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Algunas respuestas al misterio del "Naming"

El naming o nombre de marca aún es, para muchas empresas, un misterio inexplicable. ¿Por qué algunas marcas capturan al consumidor con más fuerza que otras? ¿Qué porcentaje de éxito de una marca se debe atribuir a su nombre o denominación?

El nombre puede ser la bendición o la condena de una empresa. Es el elemento más perdurable de la misma. Las campañas pasan, la publicidad cambia, los logotipos se rediseñan, pero… el nombre de marca siempre estará ahí. Esto implica que la elección del nombre es una de las decisiones estratégicas más delicadas que le corresponde afrontar a una empresa. Y como tal, hay que dedicarle el tiempo y el esfuerzo que merece. Aquí no puede faltar una buena dosis de pensamiento estratégico. Hay que responder algunas preguntas clave antes de llegar al naming idóneo para nuestro producto o servicio:

¿Qué beneficios debe activar el naming en la mente de sus públicos?
Puede destacar los beneficios racionales que se derivan del uso o necesidad que satisface el producto o servicios, o bien disparar hacia los beneficios emocionales que se desprenden del comportamiento o personalidad de marca.

¿Qué finalidad primordial tiene el nombre?
Descriptiva (describir la promesa de marca), asociativa (sugerir una idea con la que se quiere asociar la marca), evocativa (transmitir el espíritu del que la marca se impregna), o abstracta (diferenciar la marca en su mercado). Es fundamental estudiar el potencial de comunicación de la marca, su estrategia, visión de futuro y, sobre todo, la relación deseada con los públicos objetivos.

¿Qué esperar del nombre de su marca?
Esto tiene mucho que ver con lo que la empresa espera ser en el futuro.

¿Cómo describiría su negocio si sólo tuviera una frase para hacerlo?
Este ejercicio sirve para definir la oferta de marca, o sea, en qué se diferencia su servicio de la competencia y qué beneficio va a tener para su cliente final. Sería recomendable que el naming transmita algo de esto, o al menos lo sugiera.

¿Qué protección y dominio de la marca hay que tener en cuenta?
Parece un tema menor, pero al final es determinante. Cualquier nuevo nombre de marca susceptible de comercializarse, debe someterse a un riguroso control de disponibilidad en el Registro de Patentes y Marcas (www.opem.es). Además, en función de la filosofía de negocio y objetivos publicitarios, también debemos contar con tener disponible el dominio adecuado (.com, .es, .org, .eu, etc).

Como vemos, el naming o nombre de marca es mucho más que unas simples palabras.